Me encanta el sonido de tu corazón

—No voy por ahí abofeteando y apuñalando a alguien.

—Realmente no soy violenta. Esto fue una primera vez debido a las circunstancias —Arabella echó un vistazo al rostro de Fernando para ver su expresión y él rio suavemente.

—Lo sé. No tienes que preocuparte. Siempre has sido amable y gentil. Y sigues siendo tan adorable sin importar lo que hagas. Pero ten cuidado de no lastimarte. ¿Tus manos están bien? —preguntó Fernando y Arabella parpadeó repetidamente.

—¿No estás enojado? Le di una bofetada muy fuerte a Alwin.

—Es su culpa por asustarte así —dijo mientras revisaba sus manos y se sintió aliviado de que estuvieran bien.