—Para ir a Estrella —dijo Fernando con un destello en sus ojos.
—Correcto, se suponía que íbamos a ir allí y hacerlo por completo una vez que la Asamblea termine —ella tragó.
Arabella aceptando sin esfuerzo un anillo de otro hombre, hizo que Fernando quisiera marcarla completamente, como si quisiera recordarle que ella se había prometido a él. Y asimismo, asegurarse de que ella realmente era suya.
Ese fue su error, sin duda. Quizás podría haber pedido al Papa un brazalete u otro objeto para evitar que fuera un anillo. Pero no se le ocurrió antes. Se anotó ser más considerada al aceptar regalos la próxima vez.
Ella aún estaba acostumbrada a sus prácticas como Emperatriz en la vida pasada de aceptar cada regalo que se le daba. Después de todo, era grosero rechazar un regalo. Los Reyes suelen aceptar regalos incluso si es claramente un insulto o incluso si planean simplemente desecharlo o regalar los regalos que recibieron posteriormente.