—Tuviste suerte de que Mi Emperatriz estuviera conmigo. Ella lo reconoció ya que se habían encontrado en Medeus antes. Pero si hubiera sido solo yo, habría pensado que era parte de un complot para atraerme a mí y a mis caballeros. No seré misericordioso la próxima vez —dijo Fernando fríamente.
«¿Se han encontrado antes?!» Sonia no lo sabía.
—Estamos siempre agradecidos por la misericordia de Su Majestad —todos del lado de Olivier hicieron una reverencia, así que Dimo hizo lo mismo.
«¿Están realmente agradecidos de verme de vuelta?» Dimo se preguntó y observó a sus caballeros y doncellas.
—Por favor, perdónennos por nuestro fracaso en mantener el acuerdo.
El Duque Olivier y Sonia también se disculparon por no poder cumplir con su palabra con respecto a que nadie se acercara al área prohibida. Valeria había pagado una suma bastante grande para que se le permitiera el paso sin disturbios.
—Lo dejaré pasar solo esta vez —Fernando fue estricto.