A la mañana siguiente, mientras el sol lanzaba un cálido resplandor sobre el reino, Alyssa se sentaba frente a su tocador, cepillándose el cabello distraídamente. Su mente aún daba vueltas por la conversación con Tiffany la noche anterior. La noticia de la anexión y la fusión de sus reinos pesaba mucho en su corazón.
Suspiró, recordando el fragmento de información que Tiffany había compartido en su conversación. Cómo su familia ahora trabajaba para Liam, el hombre que había causado tanto tumulto en la vida de Alyssa. No pudo evitar sentir un pinchazo de resentimiento hacia él, pero sabía que no podía dejar que sus sentimientos personales nublaran su juicio.