—Durante la hora de la comida, Huo Shengyuan estaba inicialmente hablando con Mu Qingya por teléfono en su oficina. Después de todo, su esposa se mudaba hoy, pero él no podía ayudarla desde la oficina. Según la educación de Huo Shengyuan, definitivamente llamaría a su esposa para disculparse. Sin embargo, a mitad de la conversación, su secretaria llamó a la puerta de su oficina y le preguntó —Presidente Huo, la Directora Liu quiere verlo. ¿Desea recibirlo?
—Invítela a la sala de descanso —respondió a su secretaria, agarrando su teléfono.
Luego, le recordó a Mu Qingya que no se cansara demasiado y que descansara apropiadamente.
Aparte de sus aficiones especiales, Huo Shengyuan era en efecto un compañero de vida perfecto. Controlaba todo apropiadamente como si no importara cuán caótica estuviera la Familia Huo, él siempre mantendría su propio ritmo.