Mi buena esposa

A/n: misma advertencia que antes.

—Díselo de nuevo, Shen Li —ordenó Yu Dong roncamente mientras ajustaba su agarre en su garganta—. Díselo de nuevo —necesitaba escucharlo de nuevo porque quería grabar ese hecho en su cabeza, sin importar qué tuviera que hacer y no lo dejaría ir sin que él aprendiera que no hay escapatoria del hecho de que tendría que estar a su lado hasta que envejezca y se canse.

Cuando él vaciló, ella hizo una pausa y disminuyó su ritmo mientras miraba fijamente sus oscuros ojos vidriosos. Él emitió un gruñido que era mitad irritado y mitad lloriqueo mientras ella lentamente sacaba su miembro de ella y lo embestía de nuevo. —¿No escuchas lo que dije? Quiero que repitas lo que acabas de decirme, fuerte y claro esta vez.

—No te dejaré nunca —dijo Shen Li con dificultad, Yu Dong se levantó un poco hasta que solo la cabeza de su miembro estuviera dentro de ella—. Eso no es suficiente, dilo correctamente como quiero que lo digas, ¿entiendes?