—Entremos —dijo Yu Dong mientras tomaba al pequeño bollo de Fang Chi—, habían estado de pie fuera de la casa viendo cómo otros se alejaban hasta que ya no pudieron ver el carruaje.
Se giró hacia Mu Ran y Mu Zhu que estaban de pie junto a ellos y les sonrió cordialmente. —Ustedes dos vivirán con nosotros hasta que su papá regrese de la capital, ¿de acuerdo?
Mu Ran intercambió una mirada con su hermano y luego asintió mientras miraba a Yu Dong, los dos todavía eran jóvenes y aunque quería cuidar a su hermano y no molestar a Yu Dong ni a nadie más, aún tenía que depender de ellos ya que, por mucho que le avergonzara admitirlo, ¡ella no sabía cocinar!