Yu Dong no se sorprendió al escuchar la confesión de Xiao Hua, de hecho, sería tonta si se sorprendiera después del incidente de anoche. Se recostó en su silla, sintiéndose un poco preocupada pero al mismo tiempo también estaba un poco feliz —aunque no llamaba a sus sentimientos por Xiao Hua 'amor' o 'gusto', definitivamente tenía una muy buena impresión de él y lo que sentía por él no se podía describir como simplemente platónico.
Al menos ya no.
Giró la cabeza para mirarlo y notó la expresión nerviosa en su rostro y decidió ser completamente honesta con él. Con una de sus manos reposando a su lado y la otra en la mesa comenzó cuidadosamente: