—¿Traerlo de vuelta a casa? —Yu Dong estaba sorprendida de que a Fang Chi se le hubiera ocurrido esa idea, después de todo no había nadie que supiera mejor que él que traer a Xiao Hua a casa cambiaría el objetivo de los mer a ellos, aunque ella no estaba preocupada por sí misma, le preocupaba que algo le pudiera pasar a Fang Chi y a su hijo. Cuidadosamente miró su vientre que finalmente se estaba mostrando y dijo:
—¿Estás seguro de que quieres llevarlo contigo? Aún estás embarazado Chi.
—Sé que sí y no te preocupes, no haré nada que me meta en problemas, solo pienso que después de algo como esto, no deberíamos tomar a esta mujer a la ligera —se acercó y tomó las manos de Yu Dong mientras suspiraba ligeramente—. Sé lo duro que es vivir con miedo todos los días, en aquel entonces cuando Mu Yuxi me perseguía, estaba tan asustado que no podía ni dormir por la noche. Pensaba que si me quedaba en un sueño profundo y ella se colaba en mi casa, me llevarían.