Salvándolos al fin

—Ella es fuerte, pensé que nos ayudaría a sacar a la gente del agua —dijo Tía Wang—. Justo después de decir eso Li Li salió de su agarre y se lanzó al agua con un fuerte chapoteo.

Tía Wang: "..."

Yu Dong: "..."

—¿Ves? Realmente es fuerte —señaló Tía Wang a Li Li, quien de alguna manera logró salir nadando del agua y ahora se dirigía hacia las ninfas acuáticas.

—Sácala de ahí antes de que nade hasta el Rey Yama, no me apetece sacar un cadáver del agua —dijo Yu Dong mientras atendía el dolor de cabeza que se avecinaba—. Dios, ya tenía suficientes problemas y ahora esto, si esto continúa, tal vez no la mate la inundación pero el estrés acumulado seguramente lo hará.

—Vamos, ¿para qué saltaste a esa agua? —Tía Wang sacó a Li Li del agua, la cual no opuso resistencia y simplemente expulsó agua de su boca como una fuente antes de levantar las manos y mostrar los cuatro peces que acababa de atrapar—. ¡Las ninfas del agua me dieron regalos!