—Yu Dong parpadeó y luego miró al enfadado Xiao Hua antes de bajar la vista hacia el tazón de batatas caramelizadas y estiró sus manos para tomarlo, pero Xiao Hua no se lo permitió, en cambio, lo arrebató y lo colocó en el armario de su cama antes de decir con voz sombría —No lo comas ahora, esto no sabe bien después de que se enfría. Se pone todo empapado y pastoso, solo cuando está crujiente con el azúcar caramelizado caliente es cuando sabe bien.
—Está bien, lo comeré… —intentó poner sus manos en el tazón nuevamente pero solo recibió un golpe en el dorso de su mano como respuesta, sorprendida levantó la cabeza y miró a Xiao Hua, quien la fulminaba con la mirada mientras chasqueaba los dientes y ponía las batatas aún más lejos de ella. —¿Quieres enfermarte? Ya hace mucho frío y ¿quieres comer comida sin calentarla? Haré que Xiao Zimo lo caliente y lo haga crujiente por la noche, después de eso te haré algo mañana… claro, eso si no olvidas encontrarte conmigo.