¿Estás en serio?

—Madre Qui miró a Yu Dong con sorpresa y shock, quería decirle a Yu Dong que estaba equivocada, pero por más veces que abría y cerraba la boca, no podía conseguir decir nada.

—¡Yo... yo no quería que él muriera! —Madre Qui pensó mucho antes de hablar, no sabía cómo se suponía que debía defenderse. Podría haber sido un poco estricta con su hijo, pero nunca quiso que muriera tan dolorosamente como esto.

—¡También su corazón sufría por su hijo, claro que sí!

—Pero por más que su corazón sufriera por su hijo, a nadie le importaba. Especialmente al jefe de la aldea Gu, quien casi podía imaginar la severa advertencia y regaño que iba a recibir en el momento en que este asunto fuera conocido por los oficiales del pueblo.