Alguien viene

Sus ojos se encontraron con los de él y pudo ver su reflejo, esas mejillas sonrojadas y ojos salvajes, podía verlos todos y aunque él se negara a esto, tenía que admitir que le gustaba, quizás su padre realmente rompió algo dentro de él cuando era niño.

El núcleo de Yu Dong se apretaba alrededor de su miembro y él podía sentir sus músculos estrujándolo tan fuerte que casi llegaba en ese mismo instante, cada vez que se retiraba y se adentraba, sus apretados músculos enviaban temblores a través de su piel.

Era como un animal sin mente mientras se adentraba en ella, entrando y saliendo, persiguiendo el clímax que había estado acumulándose dentro de él. Nunca pensó que algo así le sucedería, cuando se casó estaba seguro de que solo viviría la vida que su esposa le había dado, pero ahora, al mirarlos, estaba agradecido de haber conseguido a alguien dispuesto a escuchar y atender sus necesidades.