Yu Dong, por supuesto, sintió que alguien la estaba siguiendo más temprano y por eso estaba dispuesta a tomar una ruta más larga esa misma tarde. Si hubiera sido otro aldeano, la habrían dejado en paz sabiendo de su fama que ya se había extendido por todo el pueblo y más ahora que los aldeanos dependían de ella para vengarse de la Mujer Qiao, no serían tan tontos como para oponerse a ella en este momento.
Pero para su sorpresa, notó que alguien la estaba observando a ella y a Xiao Hua, incluso si los sacudía, lo cual fue suficiente para hacerle saber que la persona ya sabía que ella iba a ver a Xiao Hua todas las tardes. Si hubiera podido, habría actuado justo ahí y en ese momento, pero sintió que la mujer estaba armada y le preocupaba que pudiera atacar a Xiao Hua en su desesperación, por lo que eligió actuar de manera diferente.