—¿Qué haces aquí? —Ye Liu escuchó a Tía Wang cuando esta vino a llamar a Yu Dong. En ese momento no pensó mucho, pero luego vio a Tía Wang regresar con una expresión incómoda en su rostro, mientras que Yu Dong aún no había vuelto. ¿Cómo no iba a entender que algo sospechoso estaba sucediendo? Por eso vino inmediatamente a ver qué pasaba con Yu Dong. ¿Quién iba a pensar que tan pronto como salió para ver qué pasaba, iba a ver a un tritón obsequiando un maldito bolso a su esposa!
Yu Dong no sabía cuánto había visto Ye Liu, pero no se atrevía a morir por él; de hecho, tampoco había necesidad de mentirle, le contó todo sobre Sun Jie y luego cómo lo ayudó a él y a su papá. —Es por eso que vino aquí para mostrar su gratitud hacia mí.