—¡Estoy agradecido de que no me hayas encontrado primero! —Xiao Hua le espetó, no podía creerlo. Sólo por conseguir lo que quería, estaba dispuesta a matar a cualquiera, ni siquiera le importaba que estuviera destruyendo tantas vidas a su paso. ¿Cómo puede alguien ser tan cruel?
—¡No trates de actuar como si no quisieras esto! Tú fuiste quien quiso forzar mi mano —Gu Li lo miró con una mirada irritada en sus ojos, pasó su mano por su cabello mientras miraba hacia abajo al tritón que actuaba tercamente frente a ella—. ¡Eres tú, tú fuiste quien quiso que yo hiciera esto!
—¿Estás loca, cuándo te he forzado yo la mano? —Xiao Hua estaba tan atónito, no podía creer que también se le culpaba de esto, esta mujer fue quien lo secuestró, también lo golpeó y ahora ella era quien lo culpaba, diciendo que él la había forzado. ¿Estaba pensando bien?