—No tienes que preocuparte por eso. Puedo hacer que ocultes completamente tu presencia. Después de que estés más cerca de ella, puedes liberar tu perfume hacia ella. Hacerla débil —Bai Xifeng sonrió.
Los ojos de Li Huian parpadearon. No esperaba que Bai Xifeng se diera cuenta de eso.
—¿Sabes? —preguntó Li Huian.
—Mmm... Lo noté por primera vez cuando estabas actuando. Emits un olor que atrae a la gente hacia ti. La razón por la cual mataste fácilmente al Patriarca Su es porque usaste el perfume que lo debilitó y lo volvió vulnerable —Bai Xifeng sonrió.
Li Huian quedó estupefacta por la precisión de Bai Xifeng. Era tal y como decía Bai Xifeng. Ella había usado un perfume que hizo al Patriarca Su débil.
Sin embargo, no fue suficiente. El Patriarca Su se dio cuenta. Así que para Li Huian fue algo difícil matar al Patriarca Su. Gracias a su suerte, logró apuñalar al Patriarca Su en su corazón. El Patriarca Su retrocedió tambaleándose.