—No sé qué le pasó pero parece que se escapó del Reino Claro del Cielo después de romper su plato de madera. Llamemos a Shoukai para preguntarle por ese mocoso —Ning Zhaofeng quería levantarse.
Ruan Chu agarró la mano de su esposo.
—¿Chu-er? —Ning Zhaofeng miró a Ruan Chu.
—No lo molestes. Déjalo descansar. Puedes preguntarle más tarde —Ruan Chu afirmó.
Como marido obediente, Ning Zhaofeng se sentó de nuevo.
—Por cierto, me sorprende escuchar que Xifeng también es domador de bestias —Ruan Chu dijo.
—Sí... Me pregunto cómo logra aprender todo —Ning Zhaofeng dijo.
—Quizá Dios quiere compensarle sus años tempranos con eso. Escuché que ella había sufrido desde que era joven —Ruan Chu afirmó.
La persona de la que habían estado hablando estaba sumida en un sueño profundo. Soñaba con estar rodeada de mucha comida. Lo probaba todo. Del plato al postre. Estaba feliz saltando de un lado a otro. Hasta que...