Después de comprar la cama, Bai Xifeng metió la cama en su Mundo Espejo. Los ojos del tendero parpadearon sorprendidos al ver la acción de Bai Xifeng. Pensó que Bai Xifeng estaba usando la bolsa Qiankun que no muchos poseían.
—Ya hemos terminado. Empecemos nuestro viaje —dijo Bai Xifeng.
Liu Longwei asintió. Montaron el carruaje. Liu Longwei, que estaba en el asiento del cochero, de repente se dio cuenta de que había algunas personas que los seguían a distancia. Solo esperaba que estuvieran usando el mismo camino en vez de planear emboscarlos. No le importaba luchar, pero Bai Xifeng era perezoso.
Sin embargo, la predicción resultó correcta. Esas personas tenían la intención de emboscarlo. Parecía que ya tenían amigos esperando delante. Liu Longwei detuvo el carruaje. La gente atacó a los caballos que estaban enganchados al carruaje. Los caballos murieron al instante.