Si no fuera por la interferencia de Bai Xifeng en la selección, ella ya habría llegado a ser la futura princesa heredera. Sin embargo, no cambió nada, ya que todavía era la ganadora. Bai Xifeng estaba comprometida con el tercer príncipe.
—Ya que la Primera Joven Señorita Bai quiere competir para ser la futura princesa heredera, ¿por qué no luchan ustedes dos por ello? —dijo Noble Consort Furen, Qian Yunyu.
—Claro —aceptó Bai Chunhua de inmediato.
—¿Qué hay de la Joven Dama Bai? ¿Quieres luchar por ello? —preguntó Noble Consort Furen, Qian Yunyu, a Bai Xifeng.
—Disculpe, lamentablemente debo romper su ilusión. Pero no planeo competir por esa posición —lo rechazó directamente Bai Xifeng.
—¿Por qué? ¿Por qué no luchas por ello? —preguntó Liu Jun.
—¿Por qué debería luchar por ello? Ya tengo un prometido —declaró Bai Xifeng.
—¿Realmente vas a casarte con alguien así? —Liu Jun echó un vistazo a Liu Longwei.
—Ese no es tu asunto —dijo Bai Xifeng.