Los sirvientes también se apresuraron a informar a su maestro. Uno fue a buscar a la Señora Su y otro a Su Zhilan. Bai Xifeng y Xiao Li fueron llevados a la sala principal. Los sirvientes prepararon algo de té y refrigerios para Bai Xifeng. Sabían quién era esta joven y no se atrevían a actuar de manera tan grosera frente a ella.
Bai Xifeng tomó un bocado del pastel que le habían servido. Sonrió mientras el sabor se esparcía en su boca.
La Señora Su y Su Zhilan llegaron a la sala principal. Bai Xifeng se levantó y saludó a la Señora Su y a Zhilan.
—Saludos a la Señora Su. Lamento venir sin previo aviso. Solo quiero ver a mi amiga, Zhilan —Bai Xifeng sonrió.
—Está bien. Zhilan, puedes pasar el día con tu amiga —dijo la Señora Su.