Fragamentos Negros (Parte 2)

—Desafortunadamente, mi fuerza no es suficiente. —frunció el ceño Amalia.

La presencia que incluso el señor Lin temía no era fácil de abordar.

—No te preocupes, el día no está muy lejos —dijo arrogante Kenny Lin.

—¿Quién dijo algo sobre ti? Estaba hablando de mí —le lanzó una mirada de reojo Amalia.

—Querida esposa, somos amantes. Tu negocio es mi negocio, y mi negocio también es tuyo, ¿no es así?

Kenny Lin sonrió con suficiencia mientras ponía un brazo alrededor de su hombro.

—¿Estás seguro de que el destino de la humanidad también es tu negocio? ¿No tienes vergüenza? —resistió mientras rodaba los ojos Amalia.

—Ninguna —respondió de forma decisiva Kenny Lin.

Amalia decidió no discutir con él y enfocó su atención en las cajas cuadradas frente a ella.

—¿Qué crees que hay dentro de estas cajas?

Antes de que pudiera abrirlas, pudo sentir que Riqueza comenzaba a inquietarse en su bolsillo.