Su guadaña increíblemente afilada dañaba ocasionalmente las murallas de la ciudad, creando oportunidades para sus esbirros.
Si no se les controlaba, las murallas de la ciudad eventualmente colapsarían.
Amalia voló sobre ellos e inmediatamente lanzó un amuleto de ataque que explotó detrás del Rey Mantuleaf Marrón.
Las otras criaturas mutadas de alto nivel vieron esto y supieron exactamente lo que ella estaba planeando.
Sus rostros se pusieron tan negros como el fondo de una olla.
¡Tenía la intención de colaborar con otros expertos humanos para eliminar a cada criatura mutada de alto nivel!
La fuerza de esta humana no era particularmente alta, pero jugaba un papel clave en el campo de batalla, haciendo que todas las criaturas mutadas de alto nivel rechinaran los dientes de odio.
Si Amalia conociera sus pensamientos, les diría que aún no habían visto lo peor.