—¡Rey!
El pulpo de anillos azules, luciendo aterrorizado, intentó apresurarse después de sacudirse al Goblashark macho.
—Mientras yo esté aquí, no pasarás —bloqueó siniestramente su camino el Goblashark macho.
—¡Fuera de aquí! —exudó instantáneamente un aura asesina el pulpo de anillos azules.
—Yo me encargo de esto. Ve y salva al rey lo más rápido posible sin más vacilaciones —una voz profunda y urgente de repente llegó.
—¡Calamar! —el Goblashark macho miró agudamente en la dirección de la voz.
Era un calamar gigante rojo, con sus largos y enormes tentáculos cubiertos de ventosas.
Se balanceaba lanzando sus larguísimos y masivos tentáculos hacia ellos, enviando volando grandes números de criaturas marinas mutadas con cada golpe.
—Entonces te lo dejo a ti —dijo el pulpo de anillos azules, soltando un suspiro de alivio al verlo.