—Hablemos de eso más tarde —dijo—. Cuando salgamos, le preguntaremos al Rey del Mar si tiene alguna solución. Tú concéntrate en lidiar con este Megalodón Primal. Tenerlo cerca es una amenaza tanto para la raza marina como para los humanos.
—¿Cómo sabes que puedo manejarlo? —replicó Kenny Lin.
—¿Realmente necesito explicar algo tan obvio? —replicó Amalia.
—Sí, necesitas hacerlo. Me has complacido, así que mi estado de ánimo es mejor y trabajaré más duro —dijo Kenny Lin asintiendo afirmativamente.
—Porque aún tienes ánimo para discutir conmigo en momentos críticos —dijo Amalia relajándose un poco después de ver que todavía tenía ánimo para bromear.
—A veces, descubro que realmente sabes cómo molestar a la gente. ¿Decir algo agradable para complacerme una vez es tan difícil? —dijo Kenny Lin mirándola con una expresión compleja.
—¿Es tan difícil para ti no discutir conmigo en un momento crítico? —respondió Amalia con calma.