Fernando Yoder había hecho las paces con su situación.
Reunirse con su nieta en esta vida ya le había brindado una gran satisfacción y eliminar a su enemigo, Raithwall Yoder, lo dejó sin remordimientos.
Amalia no dijo más —Dejemos que Kenny lo intente primero.
—Abuelo, no te preocupes. Haré lo mejor que pueda —de repente intervino Kenny Lin, tratando de ganarse su favor.
Fernando Yoder lo miró sin mucha sonrisa.
Acababa de conocer a su nieta, pero este hombre se la había llevado.
No estaba seguro si debería sentirse feliz por ello o no.
Sin embargo, nunca había conocido a un joven más descarado que Kenny Lin.
Además, la relación entre él y Amalia ya estaba establecida, así que no tenía sentido seguir pensando en ello.
—Gracias por tu ayuda.
—No hay problema, somos familia.
Kenny Lin, quien está sintiendo el cambio en la actitud de Fernando Yoder, sonrió aún más.