Al sentarse aquí un rato, la gente que entraba y salía de la casa de té, sin importar el género, no podía evitar mirarlo de reojo.
En términos de apariencia solamente, él realmente resaltaba.
—Soy Amalia, y este es Kenny Lin. Ambos venimos de una zona montañosa bastante remota, y es la primera vez que salimos a practicar.
Amalia proporcionó un contexto para ellos, esperando evitar más preguntas.
—Ya lo veo —dijo Kiran Xiao.
A partir de las preguntas de Amalia, ya había adivinado que no provenían de un lugar bien informado sobre los acontecimientos actuales.
En estos días, las únicas personas que no conocen al Maestro Lian son aquellas de áreas remotas y menos informadas.
—Me pregunto si ya se han registrado, Amalia, Kenny —preguntó Kiran Xiao.
Amalia negó con la cabeza y sugirió:
—Todavía no. Estamos planeando registrarnos mañana. Si tú tampoco te has registrado, ¿por qué no vamos juntos?