—No te hagas la tonta. ¿Creíste que no sabría que eras tú? —dijo Amalia con calma.
Kenny Lin permaneció inmóvil.
Amalia dio unos pasos hacia él.
—Eh, ¿qué haces aquí? —Kenny Lin parpadeó unas cuantas veces, luego abrió los ojos.
—Sigue fingiendo —Amalia crujió los nudillos amenazadoramente.
—¿Cómo supiste que era yo? ¿Acaso aún no has alcanzado la etapa del Núcleo Dorado? —un ligero tic apareció en la esquina de la boca de Kenny Lin.
—¿Podemos no comparar? Eres solo un tonto ignorante por tu cuenta —Amalia rodó los ojos.
—Eso fue hace días. ¿No puedes inventar algo nuevo? —Kenny Lin replicó.
—No, esto es lo que tu maestro me dijo que te diera —Amalia le entregó la botella de jade blanco.
—¿Cómo te sientes ahora?
—Estoy bien.
—Ya he formado el Núcleo Dorado, y mi Conciencia espiritual se ha fortalecido mucho —Kenny Lin se encogió de hombros con indiferencia.
Conciencia espiritual, o poder espiritual.