—El hecho es que estoy aquí de pie y estoy bien —dijo Kenny Lin.
—Di una palabra más, y verás lo que pasa —lo miró fijamente Amalia.
—Parece que todavía hay bastantes demonios ordinarios en Ciudad Sombra Solar —puso cara de disgusto Kenny Lin, luego decidió cambiar de tema.
—Mátalos a todos —dijo Amalia sin expresión alguna.
—¿Estás segura? —se rió Kenny Lin.
—Si no los matamos, ¿se supone que debemos darles la oportunidad de volverse más fuertes y buscar venganza por sus familiares y amigos más adelante? ¿No han matado los demonios a muchos humanos también? Es la supervivencia del más apto. Ellos deberían haber esperado que este día llegara eventualmente, igual que nosotros —Amalia permaneció inexpresiva.
—Camarada Amalia, tu nivel de conciencia es impresionante —comentó Kenny Lin, y luego añadió en serio—. Pero nosotros somos diferentes.
—respondió Amalia con indiferencia.