Llegan los problemas

Eric miró su rostro ruborizado y sonrosado y rió entre dientes, bromeando juguetonamente.

Ella se aferraba a su camisa como si tuviera miedo de caerse, sintiéndose un poco mareada. Estar con él siempre le traía una sensación de felicidad mezclada con el deseo de que el tiempo se detuviera.

Después de todo lo que habían pasado, solo esperaba que no ocurriera nada más, siempre y cuando ciertas personas dejaran de causar problemas...

Sin embargo, cuando se trataba del Grupo Carter, ¡sabía que tendría que enfrentarlos nuevamente!

—No... ¡para! —Ella sintió que Eric se estaba poniendo más apasionado y rápidamente lo apartó.

—¿No te gusta aquí? ¿Deberíamos mudarnos a la oficina? —Eric parpadeó, bromeando.

—¡Eric! ¿No decías que tenías mucho trabajo que hacer? ¡Tomé un día libre solo para estar contigo! —dijo Ella, un poco molesta.

Ella estaba preocupada de que Eric se estuviera sobrecargando de trabajo, compaginando tanto el negocio como su relación, lo cual podría agotarlo.