El Pretendiente

Chloe, con lágrimas corriendo por su rostro, se cubrió la cara con las manos y salió corriendo de la habitación.

—¡Chloe! —Ella, furiosa, inmediatamente se levantó para perseguirla.

Justo cuando Chloe salía de la habitación, chocó con alguien: era Charles, quien había venido corriendo. Había estado fuera de la ciudad, pero después de recibir la llamada de Ella, había regresado inmediatamente.

Para su sorpresa, esta fue la escena con la que se encontró.

—Chloe, ¿qué pasa?

—¡Hermano! —Chloe sollozó, lanzándose a los brazos de Charles como un niño que acaba de perder un juguete, llorando incontrolablemente.

—No llores, ahora está todo bien, está bien —Charles la consoló, acariciando suavemente su espalda. Para entonces, Ella y Mason los habían alcanzado.

El rostro de Ella estaba lleno de ansiedad. Chloe realmente no estaba viendo las cosas claramente: era obviamente culpa de Mason, era su trampa, y sin embargo Chloe todavía la culpaba a ella...