—¿Sabes que la familia Miller es nobleza en el País W? ¿Crees que tal nobleza puede ser difamada por alguien como tú? Srta. Davis, ¿acaso entiendes la ley? Oh, supongo que no: después de todo, acabas de llegar al País W. No es sorprendente que actúes como una idiota —espetó el oficial, su tono goteando desprecio.
Ella permaneció compuesta, su mirada firme. —Quiero un abogado. Por favor, contacte con mi abogado.
El oficial, con el rostro frío, le pasó a Ella su teléfono. Ella marcó el número de Eric, dijo unas pocas frases concisas y terminó la llamada.
—Oficial, ya le he dicho lo que sé. Sí me encontré con la Señorita Hannah, y hablamos brevemente en la sala privada. Ella se marchó apurada después, y esa bolsa de heroína debe haber sido dejada por ella o plantada por alguien para incriminarme —afirmó Ella con calma, desestabilizando al oficial con su compostura.