Ella soltó una risa fría y tenue. —Padre, Eric, no hay necesidad de alterarse con gente como ella. Después de todo, cada maldición que ha lanzado se ha vuelto contra ella. Eso es karma, ¿no es así? Señorita Leah, espero que hayas aprendido una lección: vigila tus palabras y sé un poco más amable.
La compostura de Ella era notable, y Eric y Lucas intercambiaron una mirada, acordando en silencio marcharse sin más enfrentamientos. Se alejaron con Ella, reacios a desperdiciar otro momento en la despreciable Julia.
Pero Julia no podía soportar las tranquilas palabras de Ella. Saltó, señalando la figura que se retiraba de Ella, gritando maldiciones. —¡Maldita chica! ¡Todos de la línea de Ava están muertos! ¡Tú y ese bastardo tendréis el mismo fin! ¡Moriréis miserables!
Los curiosos se volvieron para mirar. La retorcida expresión de Julia llamó la atención, y algunos la reconocieron.