Abriendo la herida

Entre todas las especulaciones, esta era la única que parecía realista. Porque incluso si Victoria hubiera sido empujada desde el edificio, James nunca había mostrado ninguna falla a lo largo de los años.

Así que, era imposible. James había hecho sus preparativos, ¡pero nunca había sido tan cruel como para pedirle el divorcio a Victoria!

Eric extendió sus dedos bien definidos, temblando mientras pasaba las fotos una por una. Cada foto capturaba un ángulo diferente.

Incluso James y Grace, con sus expresiones de pánico y ropas desaliñadas, junto a él mismo gritando de agonía, habían sido fotografiados.

Una vez más, Eric se vio a sí mismo como un niño.

La herida fue desgarrada, cruda y sangrante —¡dolía tanto!

Ya era un hombre adulto, sin embargo, aquella experiencia infantil se había convertido en un momento definitorio en su vida.