En ese momento, la expresión de Aiden se oscureció ligeramente. Recordó lo que Ella había dicho, pero rápidamente descartó los pensamientos que se colaban en su mente.
Mientras todos especulaban, Jessica finalmente regresó. Sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas y su rostro estaba lleno de una mirada de disculpa. —Realmente lo siento, algo surgió y me retrasó un poco.
—Jessica, siéntate. La cena está a punto de comenzar —dijo Lucas casualmente.
Jessica se mantuvo tan compuesta como siempre, como si no hubiera hecho nada cuestionable. Ella le lanzó una mirada fugaz; las habilidades de actuación de esta mujer eran realmente de primer nivel.
Pero Ella ahora estaba segura: Jessica la subestimaba. Eso era exactamente lo que Ella quería porque Jessica no tenía idea de que caminaba directo hacia una trampa que se le había tendido cuidadosamente.