¡La Gran Final!

—Mamá, ¿el tío se va a casar con la tía? ¿Eso significa que vamos a asistir a otra boda? —preguntó Dorian emocionado, mordisqueando una pata de pollo.

Elias rodó los ojos ante su hermano menor. Este niño podría estar en cualquier parte del mundo y aún así nunca cambiaría sus costumbres de comidista.

—¡Así es, el tío se va a casar! Elias, Dorian, ambos tienen que preparar un gran regalo de boda —Luke les tomó el pelo a los pequeños.

—Pero aún no tenemos la capacidad de ganar nuestro propio dinero, tío. Como tú te vas a casar, ¿no deberías ser tú el que nos dé regalos a nosotros en su lugar? —Elias sonrió pícaramente, su carita rubia llena de astucia.

Este pequeño chico era prácticamente una versión mini de Ella.

Todo el mundo estalló en risas, incluso el ánimo de Aiden se iluminó un poco.