—Pensando de esta manera, Aurora sintió como si un cuchillo le atravesara el corazón. Todo su ser se volvió aturdido.
—¿A dónde debería ir desde aquí? ¿Qué debería hacer ahora?
—Su corazón se agitaba con dolor y tristeza. Había pensado que a Alexander no le importaría... Resulta que lo que él decía y lo que hacía eran completamente diferentes. Y ella nunca se había preocupado por el pasado de Alexander con su exnovia...
—Alexander salió tambaleándose de la casa de Aurora, aturdido y desorientado, hundiéndose en el asiento del conductor de su coche.
—Frustrado e inquieto, no quería quedarse quieto. Comenzó a conducir sin rumbo por Ciudad S, dando vueltas por las calles sin un destino.
—No fue hasta las tres de la mañana que el agotamiento finalmente se apoderó de él. Se detuvo en la carretera costera, se recostó en el asiento y cerró lentamente los ojos.
—Solo él sabía cuánto tumulto había dentro de él, cuán profundamente estaba sufriendo.