¿Debería ir a buscarlo? (Historia extra)

Alexander estaba completamente aterrorizado. Justo cuando luchaba por gritar, una mano se le ciñó firmemente sobre la boca.

—¿Por qué diablos estás gritando, escuincle? ¿Te atreviste a ir en contra de nosotros, los Everetts?

Un hombre lo pateó con saña en el estómago, asestando un golpe duro que envió un agudo dolor a través de su cuerpo. Un sudor frío se perlaba en la frente de Alexander.

Otro hombre lo agarró por el cuello y lo empujó dentro de un coche. —¡Muévete! No armes problemas aquí —hay demasiada gente alrededor.

El grupo se amontonó en el vehículo. Los ojos de Alexander se agrandaron al percibir la vista de los hombres que lo rodeaban—todos con gafas de sol oscuras, sus expresiones graves, incluso siniestras.

¿Estos hombres… fueron enviados por Everett?

Dolor y resentimiento surgieron en él. Frente a un rival tan poderoso, se sentía tan insignificante como un grano de arena, completamente a merced de otros…