Brown miró a Aurora con preocupación. No sabía por qué, pero no podía creer que ella simplemente desapareciera del equipo sin razón alguna. Eso significaba... alguien debió habérsela llevado.
—¿Pero quién? ¿Fue Everett?
No podía ser. Si fue Everett, ¿por qué querría ella denunciarlo a la policía?
Esa idea hacía todo más complicado. Brown estaba seguro de que había más en la situación de Aurora de lo que ella estaba contando.
Pero al verla tan exhausta—cubierta de polvo, con la frente empapada de sudor—no tuvo corazón para presionarla en busca de respuestas.
Aurora habló en privado con el director por un rato y luego se subió al coche con Dominic. Para entonces, Everett ya se había ido.
El director tenía una expresión seria. Una vez en el vehículo, dudó, pero finalmente decidió llamar a Eric y decirle que habían encontrado a Aurora.
—¿Está bien? —preguntó Eric.
Cuando escuchó que estaba bien, no preguntó nada más—solo le dijo al director que mantuviera un ojo en Autumn.