—Piensa en lo que te dije —le comentó Eleanor—. Escuché que Everett está planeando invertir en compañías de entretenimiento en el futuro. Ustedes dos inevitablemente se encontrarán, te guste o no.
Con eso, Eleanor dejó la decisión en manos de Aurora.
Aurora no podía decidirse, así que llamó a su mejor amiga Courtney para hablarlo.
Courtney esperaba que aprovechara esta oportunidad para superar finalmente el equipaje emocional.
—¿Todavía tienes pesadillas? ¿Sobre Everett? —preguntó Courtney con suavidad.
Aurora hizo una pausa, de repente sintiendo la necesidad de esquivar la pregunta.
—Yo... en realidad soñé con él anteanoche. Pero no fue realmente una pesadilla. Solo recuerdo la escena de nosotros pasando la noche en aquel templo.
—¿Tenías miedo?
—Uh… algo así. —Aurora frunció el ceño. En el sueño, realmente no tenía miedo. En todo caso, cuando él la sostuvo, se sintió… en cierto modo reconfortada. Casi encantada.
Uf. Tan patética. Ni en sueños diría eso en voz alta.