tres

Ella apenas comió nada durante la cena, pero Everett no la presionó. Después de todo, esto era, técnicamente, su primera cita.

Después de la cena, comenzó a sonar música romántica y suave de fondo. Si no estaba equivocada, era una pieza de tango famosa—Por Una Cabeza.

Everett se acercó a ella y le ofreció la mano con un ligero gesto.

Aurora se quedó paralizada, sin saber qué hacer. Everett levantó una ceja, confiado como siempre.

—Levántate. Baila conmigo.

—¿Espera, así es como se le pide a alguien que baile?

Aurora estaba tanto divertida como indefensa. Aun así, se levantó y colocó su mano en la de él.

—Yo… estoy un poco oxidada. Aprendí esta pieza antes, pero no he bailado en mucho tiempo…

Cuando estaba con Alexander, ese tipo siempre estaba trabajando, haciendo malabares con trabajos secundarios y actuando como un robot. ¿Cuándo tenía tiempo para bailar?