UN REGRESO AL INICIO - PARTE 4

—No eres más que un bastardo egoísta, egocéntrico y narcisista, que anda por ahí disfrazado de un Duque benevolente y cariñoso. Jodido farsante —replicó Faye.

Sterling se sobresaltó, escuchando cómo ella le maldecía y viendo una chispa de furia encenderse como llamas azules en sus ojos antes tiernos. Ella añadió:

—Y yo solo tuve la mala suerte de terminar siendo tu esposa.

Faye giró sobre su talón sin decir otra palabra y se alejó de él y de su sofocante estudio, dejando al Duque perplejo. Él podría haber jurado que tendría que tratar con un lío de mujer llorando y sollozando.

En su lugar, lo dejaron rascándose la cabeza por su inesperada respuesta. Aunque, se sintió aliviado de no tener que apartar sin piedad a una esposa llorosa frente a los sirvientes y caballeros.

Sir Proud apareció en la entrada, y Sterling le hizo señas para que entrara a la habitación.