ACOSTAR - PARTE 2

—Oye, ¿dónde tienes la cabeza? —le preguntó Carter a Dahlia, observándola volver a la realidad.

—He estado intentando llamar tu atención. Despierta y mira a tu alrededor —dijo él felizmente, extendiendo sus brazos sobre la habitación—. Todos se han ido. Finalmente estamos solos.

Carter corrió hacia ella y levantó a Dahlia de sus pies, sorprendiéndola. La llevó a la cama, tumbándola de espaldas mientras se arrastraba sobre ella con su propio cuerpo. Le dio un tierno piquito en sus carnosos labios con un beso rápido y rodó a su lado, girándola para que le enfrentara.

—No puedes esconder tus preocupaciones de mí, Dahlia... —dijo él con voz seria, sus grandes ojos azules brillando sobre ella—. ¡Puedo ver que algo te molesta y me mentiste antes al decir que no!

Dahlia cerró los ojos y respiró hondo, intentando prepararse para la discusión que se avecinaba.