—Sin embargo, en esta vida, ella no estaba aquí porque eligió estarlo, sino porque él la había invitado.
—Además, ya no era la Jian Yufei que era tan inocente como una hoja en blanco.
—Luo Rouyun esperaba convertirla en el hazmerreír, y sin embargo Jian Yufei simplemente le dio a Ruan Tianling una elegante sonrisa de reprensión diciendo: "Eso no es propio de ti. La señorita Luo, habiendo crecido contigo y siendo tan cercana a ti, debería haber sido presentada ante mí. Si hubiera sabido que la señorita Luo era tu hermana, habría preparado un regalo extra para nuestro encuentro de hoy".
—Golpe por golpe, ¿quién teme a quién?
—La expresión de Luo Rouyun se endureció ligeramente, mientras Ruan Tianling llevaba una sonrisa ambigua.
—Él la miraba profundamente y, llevando una sonrisa complaciente, dijo: "Es toda mi culpa, mi dama no debería culparme".