—Sí. Deja que la cuñada se quede, es raro que salga a divertirse.
Si no podían convencerla, ¿por qué no intentar convencer a Ruan Tianling?
Ruan Tianling miró a Jian Yufei, su sonrisa enigmática. Se inclinó, susurrando en su oído:
—Si quieres irte, podemos irnos juntos. Podemos ir a casa... y tener un hijo.
Cuando escuchó la primera parte, Jian Yufei pensó que había escapado de un desastre.
Sin embargo, su última frase destruyó completamente sus esperanzas.
Ella apretó los dientes por dentro, frunciendo ligeramente el ceño.
La expresión de Ruan Tianling mostraba que no estaba bromeando. Si no obedecía, de verdad la llevaría a casa y haría 'eso'.
Actualmente, ella era su esposa, y si él requería que cumpliera con sus deberes de esposa, ella no tenía derecho a negarse.
Olvidándolo, en comparación con hacer actos maritales con él, ¿qué era beber?
—Está bien, jugaré un rato con ustedes —Jian Yufei bajó la mirada ligeramente, asintiendo impotente.