Capítulo 67 No te vayas, eres mío.

Parecía haber renacido, recuperando el control de su cuerpo. La sensación de irritación, impotencia y malestar desaparecieron.

Ruan Tianling suspiró cómodamente en su sueño, amando la sensación de tener control total sobre su cuerpo.

Todo gracias a esas pequeñas manos gentiles.

Ruan Tianling sintió un ligero aleteo en su corazón, involuntariamente extendió la mano para sostener esas manos, pero estas parecían querer retirarse.

Sus cejas se fruncieron con desagrado. ¡Lo que quería no se le permitía escapar!

Ruan Tianling apretó su agarre, sujetándolas firmemente en sus manos, gritando en su corazón: ¡No te vayas, eres mía, mía!

Sin embargo, ese par de manos opuso bastante resistencia, ¡y casi las estaba perdiendo!

Frustrado y enojado, de repente gritó:

—¡No te escapes!

Inmediatamente después, abrió los ojos ante la vista que tenía delante.

Jian Yufei estaba sentada al borde de la cama, frunciendo el ceño hacia él.