Jian Yufei se mordió el labio con fuerza, su cuerpo suave temblaba ligeramente.
Ya no gritaba, negándose a despertar su interés de manera ingenua.
Solo había entrado para lavarse y cambiarse a ropa más limpia, y no esperaba que él regresara tan pronto.
¡Si hubiera sabido que él vendría aquí, preferiría morir antes que cambiarse de ropa!
Jian Yufei se aferraba a su camisa, luchando con todas sus fuerzas. —Ruan Tianling, ¿cuál es tu intención? Ya estamos divorciados. Yan Yue es a quien amas. ¿No temes decepcionarla tratándome de esta manera?
—Hmph, tú me estás seduciendo. Si fuera indiferente contigo, ¿no me haría eso menos hombre? Esto no tiene nada que ver con quién amo, ¡sino con mi hombría! —habló con voz ronca, soltando su barbilla y deslizando su mano por su brazo para apretar suavemente su diminuta cintura.
El toque sacudió a Jian Yufei, sus dedos de los pies se curvaban firmemente mientras se ponía de puntillas, agarrando el suelo pulido.