—¡Suéltala! —resonó una voz sombría y enfadada.
Ruan Tianling saltó violentamente al levantarse cuando el puño llegó desde atrás. ¡Agarró el puño de Xiao Lang con su mano y lo empujó lejos!
—¡Quítate de en medio, bastardo! —Jian Yufei lo empujó a un lado en ese momento, haciéndolo tropezar hasta el sofá.
Ella se levantó apresuradamente y corrió hacia Xiao Lang. Aprovechando el momento, él la sostuvo y la protegió en sus brazos.
—No tengas miedo, ¡ya terminó! —Xiao Lang le acarició suavemente la espalda, calmándola con su voz serena.
Jian Yufei no estaba muy asustada. Pero se sentía disgustada en lo más profundo; cada vez que él la tocaba, su cuerpo temblaba involuntariamente.
Ruan Tianling se apoyó en sus manos y observó su abrazo íntimo, sus ojos llenos de una oscuridad pensativa.
—¡Ven aquí! —Él la miró fijamente a Jian Yufei, hablando con voz profunda.
Jian Yufei giró la cabeza y lo miró fríamente, sin mostrar intención de acercarse.