—Yufei, ¿te llamó mi padre? —entró Xiao Lang, tomando su mano, preguntándole nerviosamente.
Jiang Yufei lo miró, dudó por un momento, luego dijo:
—Sí lo hizo.
—¿Qué dijo?
—Dijo que soy una mujer divorciada, que no soy adecuada para ti y que no quiere que nos comprometamos —dijo Jiang Yufei con sinceridad.
Xiao Lang frunció el ceño con fuerza, aconsejándole:
—No lo escuches. Esto es asunto nuestro. Mientras deseemos estar juntos, es suficiente.
—Pero él es tu padre...
—Yufei, esto es solo un compromiso, no una boda. Podemos comprometernos primero y luego persuadirlo lentamente para que acepte que estemos juntos. Tienes que tener confianza en mí, ¿vale?
—Mm —asintió ella, sonriendo.
Xiao Lang la abrazó, besó su frente y la soltó, diciendo:
—Bueno, deberías descansar temprano. La ceremonia de compromiso mañana será agotadora. Cuídate para que ni tú ni el niño se cansen.
—Tú también, vuelve y descansa temprano —Jiang Yufei sonrió suavemente.