—Abuelo, quiero volver a donde vivo. No abortaré a este bebé, pero no quiero tener nada que ver con la Familia Ruan.
Ruan Anguo suspiró. —El abuelo sabe lo que estás pensando, pero no podemos preocuparnos por no ser capaces de cuidarte. Si te quedas aquí, nadie te molestará. Además, si sales sola y sucede algo, no habrá nadie para ayudarte. No hablemos más de mudarte. Solo vive aquí en paz. Si hay alguna queja, solo díselo al Abuelo, y el Abuelo tomará la decisión por ti.
—Abuelo, solo quiero vivir una vida tranquila —dijo Jian Yufei casualmente.
Ruan Anguo suspiró mentalmente por ella. Niña, desde el día en que te casaste con la Familia Ruan, tu vida estaba destinada a no ser tranquila.
No estuvo de acuerdo con su propuesta y se levantó para irse. —Me voy, si necesitas algo, solo búscame.
Jian Yufei bajó la cabeza, sin despedirlo.
Sus palabras siempre eran amables hacia ella, haciéndolo parecer una persona muy razonable.